El 25% de las pequeñas empresas fracasan durante el primer año, según datos de Statistic Brain Reseach Institute.
En números redondos esto quiere decir que, de 10 empresas nuevas, 3 fracasan. Esta no es una cifra tan alarmante como la que se manejaba antes de que, de cada 10 empresas nuevas, solo 2 llegaban a celebrar el primer aniversario. Así que vamos avanzando.
Dentro de las principales causas del fracaso de los emprendimientos se encuentran:
- Fijación de precios sin conocimiento.
- La falta de planificación.
- Falta de experiencia en la gestión operativa.
- Desconocimiento de la gestión financiera e impositiva.
En resumen, se desconoce, falta información o experiencia de algo.
Mucho de esto se puede solucionar contestando las siguientes 7 preguntas antes de iniciar un negocio:
- ¿Por qué? Es el motivo, la razón, lo que te empuja a realizar eso que quieres hacer. Regularmente va más inclinado a la parte emocional, a ese objetivo, impacto o huella que quieres dejar en el mundo o aquello que buscas cambiar con tu empresa.
- ¿Qué? De qué se tratará tu empresa, qué necesidad o necedades va satisfacer; cuáles productos o servicios comercializarás; cuántas líneas tendrás por lo menos de manera inicial, cuál será la profundidad de cada línea (tamaños, tipos, sabores).
- ¿Para quién? Esta es tu construcción del Buyer Person o cliente ideal. A quienes específicamente va dirigid@ el negocio, quién quieres que sea tu cliente: cuál es su edad, dónde está ubicado, su sexo, su capacidad económica, sus miedos… hay muchas plantillas descargables en internet que puedes utilizar.
- ¿Cómo? Aquí vamos al plan de acción que se ejecutará, cuál será el proceso. Debe especificar el paso a paso que llevará el proyecto y cada paso con su explicación y estrategia desarrollada.
- ¿Dónde? Cuáles serán los canales de distribución y comercialización, donde estarán ubicados tus productos, cuál será su alcance: ciudad, país, internacional. Si necesitas suplidores, negociar con terceros.
- ¿Cuándo? Importante y que no puede faltar, cuándo se iniciará. Obviamente esta es una fecha que puede variar por muchos factores, pero es importante tener un deadline o fecha límite para estar listo. Puedes plantearlo por etapas también, así lo vas viendo por bloque. Todo lo que no tiene fecha de cumplimiento es un sueño.
- ¿Cuánto? Por último y no menos importante, cuál es el presupuesto. Debes tomar en cuenta todas las partidas por separado: local, contrataciones, aspectos legales, mano de obra, equipos, caja, línea gráfica… ahí debes poner todo. Luego vas ajustando.
Una vez respondidas estas siete preguntas tienes una visión clara y específica de qué quieres construir, sabes a quién le vas a vender, cómo, cuánto dinero necesitarás y para cuándo debes estar listo. Este será definitivamente tu documento de inicialización. Sin darte cuenta has construido una parte importante del plan que te permitirá empezar a materializar tu proyecto.
Ahora es tu turno… manos a la obra.
Patricia Fernández